El Museo Yves-Brayer se encuentra en una notable residencia renacentista que perteneció a una de las familias más ilustres de Provenza, los Porcelet, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Su fachada, irregular, con ventanas con parteluz, casa perfectamente con la “Linterna de los Muertos” de la vecina iglesia de San Vicente. En la sala abovedada de la planta baja, interesantes frescos del siglo XVII representan las cuatro virtudes cardinales y las cuatro estaciones. Importantes trabajos de restauración, realizados entre 1991 y 1997, han rehabilitado completamente esta mansión construida a finales del siglo XVI, uno de los edificios más bellos de Baux-de-Provence. Abierto en 1991, el Museo Yves-Brayer reúne un centenar de óleos, acuarelas y dibujos que ofrecen una panorámica de la obra del artista. Este, que está entre los pintores franceses contemporáneos más célebres, supo conjugar una visión personal con su buen oficio, fiel a la tradición figurativa. Se interesó por todas las técnicas a disposición de una artista fértil, y su obra, muy diversa, abarca desde paisajes hasta composiciones en grandes telas, figuras y naturalezas muertas.