El museo de la Artillería fue inaugurado, en Draguignan, en su forma actual en 1982. Pero su historia se remonta mucho más lejos en el tiempo. En efecto, los príncipes y monarcas quisieron muy temprano conservar armas raras o técnicamente muy particulares. Así el duque de Humières, en 1685, entonces Gran Maestro de la Artillería del reino de Francia, creó en el arsenal de París un conservatorio de las armas francesas, con un fin tan didáctico para la formación de los artilleros, como técnico para mejorar los conocimientos de su tiempo. Esta colección se incrementó a lo largo de los años. Así nace en Santo-Tomás de Aquino en París el precursor de la institución que permite luego la creación del museo de la Artillería en los Inválidos en París. Se convierte en 1905 en el museo del Ejército. Hoy en día ampliamente abierto al público, el museo de la Artillería reune algunos objetos prestigiosos como un cañón de bronce, fundido en Estrasburgo en 1732, o numerosos modelos pequeños del sistema Gribeauval de mediados del siglo XVIII. La pieza más antigua data de mediados del siglo XV. El museo presenta también unas colecciones y cuenta la historia de la artillería hasta 1950 aproximadamente.