El Pabellón de Vendôme fue edificado a partir de 1665 por orden de Luis de Mercoeur, duque de Vendôme, nieto de Enrique IV y Gabrielle d'Estrées, designado gobernador de Provenza en 1652. A mitades del siglo XVIII, Jean-Baptiste Van Loo establece allí su taller. Los magníficos atlantes barrocos y la ordenación clásica de la fachada hacen del edificio un florón arquitectónico del patrimonio de Aix a medio camino entre París y Roma. Fue comprado en 1906 por un aficionado ilustrado, Henri Dobler, quien lo legó, así como una parte de sus colecciones, a la ciudad de Aix-en-Provence para convertirlo en museo. Con un constante deseo de apertura y de desarrollo hacia nuevos públicos, este lugar lleno de historia, este museo de ambiente que restuye el gusto de los siglos XVII y XVIII, sabe también dar a conocer el arte de nuestro tiempo. De manera propia o con el Musée des Tapisseries (museo de los Tapices) con el cual forma una misma entidad administrativa, de gestión y de política de exposiciones, el Pabellón de Vendôme es particularmente sensible tanto a la innovación de las nuevas tecnologías, colaborando a veces con la Escuela de arte de Aix, respecto a la foto numérica americana por ejemplo, como al interés permanente por la fotografía argéntica. Y cuando sus locales son insuficientes, aprovecha tanto sus jardines a la francesa para hacer resaltar un trabajo de escultor como la obra monumental de Jean Amado en 1997, como otras salas de exposiciones en la Cité du Livre para proyectos más amplios.